domingo, 28 de febrero de 2016

TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN

Un trastorno de la alimentación es una enfermedad que causa graves perturbaciones en su dieta diaria, tales como comer cantidades muy pequeñas o comer en exceso. En este caso nos centraremos en la anorexia y la bulimia.


ANOREXIA


Es aquel trastorno alimentario que afecta mayoritariamente a mujeres prepúberes o adolescentes, y también en menor medida a niños, mujeres adultas y varones jóvenes. se caracteriza por un deseo intenso de pesar menos, cada vez menos, miedo a la gordura - obesidad y un peculiar trastorno del esquema corporal que les hace verse mas gruesas de lo que en realidad están.

El método= fuerte restricción alimentaria, en el ejercicio físico y en las conductas de purga: vomito, uso de laxantes o de diuréticos.
Algunas personas con anorexia nerviosa se recuperan con tratamiento después del primer episodio. Otras mejoran, pero tienen recaídas. Incluso otras padecen una forma más crónica o de una anorexia nerviosa más prolongada, en la que su salud empeora mientras luchan contra la enfermedad.
Otros síntomas que se pueden desarrollar:

  • Pérdida de masa ósea (osteopenia u osteoporosis)
  • Cabello y uñas quebradizas
  • Piel seca y amarillenta
  • Crecimiento de vello en todo el cuerpo (por ejemplo, lanugo)
  • Anemia leve, agotamiento y debilidad muscular
  • Constipación severa
  • Presión sanguínea baja, respiración y pulso lento
  • Daño en la estructura y el funcionamiento del corazón
  • Daño cerebral
  • Insuficiencia multiorgánica
  • Disminución de la temperatura corporal interna, lo que provoca que la persona sienta frío en todo momento
  • Letargo, pereza o cansancio todo el tiempo
  • Infertilidad.

   SEGÚN EL DSM V LA ANOREXIA NERVIOSA SE DA:

A.  Restricción de la ingesta energética en relación con las necesidades, que conduce a un peso corporal significativamente bajo con relación a la edad, el sexo, el curso del desarrollo y la salud física. Peso significativamente bajo se define como un peso que es inferior al mínimo normal o, en niños y adolescentes, inferior al mínimo esperado.

B.  Miedo intenso a ganar peso o a engordar, o comportamiento persistente que interfiere en el aumento de peso, incluso con un peso significativamente bajo.

C. Alteración en la forma en que uno mismo percibe su propio peso o constitución, influencia impropia del peso o la constitución corporal en la autoevaluación, o falta persistente de reconocimiento de la gravedad del peso corporal bajo actual.

Especificar si:


(F50.01) Tipo restrictivo: Durante los últimos tres meses, el individuo no ha tenido episodios recurrentes de atracones o purgas (es decir, vómito autoprovocado o utilización incorrecta de laxantes, diuréticos o enemas). Este subtipo describe presentaciones en la que la pérdida de peso es debida sobre todo a la dieta, el ayuno y/o el ejercicio excesivo.

(F50.02) Tipo con atracones/purgas: Durante los últimos tres meses, el individuo ha tenido episodios recurrentes de atracones o purgas (es decir, vómito autoprovocado o utilización incorrecta de laxantes, diuréticos o enemas).


 Jacques Martel en su publicación "Gran dicionario de las dolencias y enfermedades" caracteriza a la anorexia por un rechazo completo de la vida. Este sentimiento puede incluso transformarse en odio.
Existen varios símbolos de vida: el agua, el alimento, el aspecto materno madre), el amor, el lado femenino. Es el deseo ardiente e inconsciente de escapar a la vida, de odiarse y de rechazarse porque vive el miedo extremo de abrirse a la maravillosa vida. Vive desanimo, tiene el deseo inconsciente de “desaparecer” para molestar lo menos posible a su entorno. 
señala que la anorexia y la obesidad vienen de un sentimiento profundo insatisfecho de amor y de afecto, aunque las dos enfermedades toman físicamente caminos divergentes. Varios trastornos de la alimentación descansan sobre la relación madre – hijo en la cual existe o existió un conflicto. Además, se trata muy a menudo de una contrariedad en cuanto a mi territorio que tengo la sensación de no tener, de perder o bien de que no me lo respetan. Este territorio puede estar constituido tanto por mis posesiones físicas (vestidos, juguetes, coche, casa, etc.) como de mis posesiones no físicas (mis derechos, mis adquiridos, mis necesidades, etc.) o de las personas que me rodean (mi padre, mi madre, mis amigos, mi marido, etc.) Vivo una contrariedad que es reciente con relación a alguien o a algo que no puedo evitar y que no digiero.

Aunque la anorexia se halle más frecuentemente en la adolescencia, ésta existe también en el bebé y en el niño joven. Si me pongo en el lugar del bebé, si me doy cuenta que el rechazo de la comida puede derivar de un contacto perturbado entre mi madre y yo: puede ser la privación del pecho materno y del cálido ambiente físico que deberían acompañar la toma de la leche, el modo artificial de alimentación, dosificada y demasiado rígida en su aplicación, la sobre o sub - alimentación impuesta por respeto a una curva de peso ideal con desprecio de ciertos ritmos alimentarios individuales cambiantes. Puedo reaccionar a esto por un rechazo progresivo de alimentarme, vómitos, pérdida de peso, trastornos del sueño, caprichos alimentarios, etc.
Es importante que yo, como madre, respete los gustos, los ritmos propios del niño y que deje de querer ser la madre perfecta y super - protectora. Si soy un niño un poco más mayor y que manifiesto anorexia, suele ser más atenuada y se caracteriza por un “pequeño apetito”, siendo un pequeño comedor que detesta la tarea de las comidas, con caprichos alimentarios, con rehuso obstinado de ciertos alimentos, acabando rara vez mi plato, vomitando frecuentemente y masticando sin fin el mismo bocado. A esta edad, la mesa y sus imperativos sociales juegan un papel importante, porque las comidas son una reunión familiar bajo la autoridad de los padres en la cual pueden brotar reacciones y conflictos. La anorexia es fundamentalmente mi necesidad de colmar un vacío interior de alimento afectivo. “Necesito amor y aceptación incondicional de mi madre interior”.

La anorexia, contrariamente a la obesidad, es el intento de hacer morir de hambre mi vacío interior para hacerlo tan pequeño que desaparecerá y que ya no pedirá nada en absoluto. Es uno de los motivos por los cuales sigo viéndome gordo (fijación mental sobre la gordura) incluso si soy delgado y esbelto. Dicho de otro modo, sigo viendo mis necesidades afectivas y emocionales muy grandes y me siento vencido por ellas. La anorexia puede también aproximarse a un sentimiento de estar reñido por la vida como por mi madre, símbolo materno que me empuja a pesar de todo hacía el deseo de independencia y de individualidad. Es la razón por la cual rechazo el alimento al mismo tiempo que a mi madre, porque siempre tuve la sensación de sentir únicamente su poderoso control materno en mi juventud.

Como muchacha o muchacho, rechazo las fases sexuales correspondientes a mi edad, así que cualquier intento de intimidad sexual, descubrimiento y abandono hacía una eventual pareja (ausencia de madurez) son casi inútiles. Si vivo todo esto de un modo profundo, frecuentemente esto está vinculado a un profundo traumatismo sexual pasado, a un abuso o a una inseguridad afectiva. Esta experiencia favoreció el hecho que se instale en mi cuerpo físico la desesperación y “cierre la puerta” a mis deseos físicos, espirituales y emocionales. 


Ser consciente de "Aceptar gradualmente mi feminidad o mi lado intuitivo y emotivo es esencialmente la primera cosa por hacer para resolver mi estado anoréxico. Acepto cierta intimidad sexual, femenina e incluso materna (porque debo aprender a amar a mi madre!). Aprendo a amar a mi cuerpo y a amar a los demás!. Voy lentamente porque es una situación delicada en la cual debo abrirme al amor y a la belleza del universo. Pido ayuda, si es necesario. Y sobre todo me mantengo abierto a lo que me depara la vida! Aceptación y amor incondicionales serán altamente apreciados. Hago actividades (deportivas u otras), si posible".




BULIMIA

La bulimia nerviosa se caracteriza por episodios frecuentes y recurrentes donde la persona come demasiado (ingesta de cantidades extremadamente grandes de comida) seguidos por fecuentes purgas, a veces vómitos forzados o abuso de laxantes o diurético. 

No deseas tener atracones (sabes que te vas a sentir culpable y avergonzado después) pero tarde o temprano recaes. Durante un atracón promedio se puede consumir entre 3,000 y 5,000 caloría en el periodo de una hora. Después de que termina, se manifiesta el pánico y pasas a medidas drásticas para deshacerte de lo consumido durante el atracón, tales como tomar laxantes, inducir el vómito. o correr cinco kilómetros.  Durante este tiempo, te sientes cada vez más fuera de control.
Es importante notar que la bulimia no incluye necesariamente los periodos de purga (la eliminación física de la comida mediante laxantes, inducirte al vómito, enemas, o diuréticos). Si tratas de compensar tus atracones con ayuno, ejercicio excesivo, o a través de dietas dramáticas, también se identifica como bulimia.

Jacques Martel define a la bulimia como una enfermedad compulsiva, necesidad incontrolable de absorber alimento en gran cantidad, desequilibrio nervioso porque está en total reacción frente a la vida. La bulimia presenta las mismas causas interiores que la obesidad y la anorexia. Como en exceso para satisfacerme completamente o para recobrar una forma de amor y afecto (el alimento simboliza la vida, el amor y las emociones).
Intenta colmar emocionalmente un profundo vacío interior en sí, un odio tan grande (asco, desprecio) que quiere llenar este vacío a toda costa, prefiriendo dejarse dominar por el alimento (la vida) en vez de abrirse a la vida. Niega una parte suyamía, una situación y vive pena o ira porque se siente aislado/a, separado/a o rechazado/a. 
Como si la persona con bulimia se dijera "Rechazo totalmente mi cuerpo; rehuso vivir en esta tierra. Tengo miedo de perder lo que tengo y siento inseguridad porque estoy quizás diferente de los demás. Ya no me siento más capaz de “morder en la vida”. No tengo todo lo que quiero o no domino suficientemente mis deseos y mis emociones. Busco constantemente la necesidad viva de sentirme más fuerte que el alimento, que mis sentimientos y mis emociones. Prefiero pues hacerme vomitar en vez de estar en buena salud porque me desprecio profundamente. Generalmente vivo una profunda depresión, una desesperación, una angustia que intento calmar, una frustración que intento compensar, tengo una imagen de mí que quiero revalorizar".

La bulimia está muy vinculada a la madre (fuente de vida), al lado maternal y a la creación. ¿Estoy en reacción frente a mi madre? ¿Tengo el sentimiento de haber sido controlado y oprimido cuando era joven, de modo que comiendo así, quiero huir de mi madre, neutralizarla (en el sentido metafísico) o dejar este planeta? ¿Tengo alegría comportándome de este modo? ¿Podría ser que de niño, haya vivido la etapa de destete como un abandono? ¿Como si “se me arrancase” a mi madre? Si éste es el caso, tengo la sensación que voy a “morirme de hambre”, de aquí la necesidad de comer grandes cantidades de alimento, para colmar el vacío y hacer disminuir mi estrés.


Como persona bulímica, debo mantenerme abierta al amor. La necesidad de aceptar que tengo algo que comprender de este estado depresivo me lleva al amor y aprendo a amarme y a aceptarme más como canal de la energía divina. Estoy en esta tierra para cumplir una misión para mí, con mi madre y con la gente que quiero. ¿Porqué no apreciar la belleza del universo? Acepto mi cuerpo tal como es, el ego y sus límites, el alimento como don de vida. Acepto el amor para mí – mismo y para los demás y descubro las alegrías de estar en este mundo. Es todo”.


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