Tener una alta
autoestima es sentirse apto para la vida, es decir, capaz y valioso, en la visión
de su proyecto de vida, es la capacidad de desarrollar una confianza y un
respeto saludable por nosotros mismos. Tener una autoestima baja es sentirse
inútil para la vida; errado, no con respecto a tal o cual asunto, sino equivocado
como persona; culpa y miedo a participar plenamente en la vida, una vaga
sensación de que "lo que soy no es suficiente" reforzando así la
inseguridad.
Branden refiere que “La autoestima alta o baja tiende a
generar las profecías que se cumplen por sí mismas.”
Sin duda, es la baja autoestima la que orienta una
actitud y comportamientos de forma contraria al propio bienestar y sabotea los
momentos de felicidad y los logros que se pueden obtener en la vida – déficit en
la toma de decisiones.
La baja autoestima es causa generadora de disfuncionalidades,
es decir la calidad de vida disminuye o no se consigue el bienestar deseado
porque tener una autoestima baja se convierte en el principal problema a
superar. Desde luego, los pensamientos y la actitud no están direccionados a
buscar el beneficio propio ni el aprendizaje personal sino que está centrado en
las carencias, en el pasado que no es del propio agrado y en el futuro que no
deparará nada mejor.
El presente deja de tener importancia y con él la oportunidad
de ser felices.
Ante situaciones vitales de pérdida de un ser querido o
momentos económicos desfavorables, sin duda, la baja autoestima genera mayor
resistencia a poder sobrellevar tales circunstancias porque la persona tiende a
identificarse con su malestar y se queda sólo con el aspecto negativo de la
pérdida sin ver la oportunidad de aprendizaje que toda situación dolorosa entraña.
La persona con baja autoestima tiende a sentirse víctima de la situación, se
pregunta ¿por qué me pasa esto justo a mí? No significa que, ante un hecho
trágico, la persona no pueda derrumbarse y atravesar una dura crisis, sino que
si la persona cuenta con una alta autoestima tendrá seguramente más recursos
para sobreponerse y dirigir nuevamente su vida.
Aún cuando una persona con baja autoestima pueda tener logros
en su vida, esa sensación de no ser merecedor de lo bueno que le sucede hará
que las metas que vaya alcanzando en su vida no lo satisfagan, nada parece ser
suficiente. En cambio, con autoestima sana, la búsqueda de la felicidad es la
que motiva la propia acción o la búsqueda de sentido. Se busca la expresión del
ser.
“Desarrollar
la autoestima es desarrollar la convicción de que uno es competente para vivir
y merece la felicidad, y por lo tanto enfrentar a la vida con mayor confianza,
benevolencia y optimismo, lo cual nos ayuda a alcanzar nuestras metas y
experimentar la plenitud. Desarrollar la autoestima es ampliar nuestra
capacidad de ser felices”. De
hecho, la confianza en sí mismo/a y en la propia valía es fundamental para
lograr cualquier proyecto personal es decir, direccionamiento de nuestras
vidas y esto tiene que ver con nuestra misión y visión personal.
Misión personal, viene a
ser las ideas acerca de lo que usted es, lo que persigue y lo que valora, debe
estar enfocada en lo presente, responde a ¿quién soy? desde tu identidad
personal, sexual, familiar, ¿Dónde estoy? ¿Qué es lo que pienso de mí? frente a
lo que soy y siento conmigo mismo y los demás.
Visión personal, es la
declaración el futuro, reconocer que tienes que luchar por alcanzar lo que te
has propuesto, responde a ¿Quién quiero ser? ¿Dónde quiero estar? ¿Qué debo
pensar de mí?
La
misión personal se refiere al autodiagnóstico, en identificar las necesidades
personales y clarificar los valores, del análisis de lo que he sido y qué estoy
haciendo. en la visión vamos a fijar objetivos y nuestro plan de acción.
Según Branden, una autoestima positiva es “como el
sistema inmunitario de la conciencia, que proporciona resistencia, fuerza y
capacidad para la regeneración”
La entrega hacia los demás con mezcla de generosidad y
de satisfacción personal, es otro indicador de buena autoestima, mientras no
implique un autosacrificio o anulación personal.
Cuanto más alta sea
nuestra autoestima, más posibilidades tendremos de ser creativos en nuestro
trabajo, lo que significa que también tendremos más posibilidades de lograr el
éxito.
Más posibilidades
tendremos de entablar relaciones enriquecedoras y no destructivas, ya que lo
semejante se atrae entre sí, salud llama a la salud, y la vitalidad y la
generosidad de ánimo son más apetecibles que el vacío afectivo y la tendencia a
aprovecharse de los demás.
Cuanto más alta sea
nuestra estima, más inclinados estaremos a tratar a los demás con respeto,
benevolencia y buena voluntad, ya que no los percibiremos como amenaza, no nos
sentiremos ni extraños ni asustados ya que el respeto por uno mismo es la base
del respeto por los demás.
Branden lo expone del siguiente modo:
“…La autoestima no es el sustituto del conocimiento y
de las habilidades que uno necesita para actuar con efectividad en la vida,
pero aumenta la probabilidad de que uno las pueda adquirir.”
“Pregúntate si lo que estás haciendo hoy, te acerca al
lugar en el que quieres estar mañana”, J. Brownen.
Tus padres te darán el soporte, la base, y tú, solo tú
pones el resultado, no interesa en cuanto tiempo, eso va a depender del plan de
acción para ejecutar y llegar a tu objetivo y meta a conseguir.
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